Sistema de Indicadores del funcionamiento Insitucional (SIFI)

Durante muchos años, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) había realizado la evaluación a través de indicadores de gestión y desempeño, publicados en Reglas de Operación; su objetivo, evaluar el desempeño de las Coordinaciones de Zona y en específico el trabajo operativo de los Técnicos Docentes.

Con el paso del tiempo, este instrumento fue perfeccionando el trabajo de evaluación y surgieron herramientas nuevas como el Informe de Autoevaluación Trimestral (IAT) y el Modelo de Evaluación Institucional (MEI), los cuales evaluaban el cumplimiento de metas, el avance en el ejercicio del presupuesto y los resultados en cada uno de los proyectos.

El MEI, un instrumento de evaluación excelente, nos permite evaluar los resultados obtenidos a nivel nacional sobre la estructura con que cuentan los Institutos Estatales y Delegaciones.

Todos estos instrumentos de un gran valor cuantitativo y cualitativo, logran medir con eficacia, eficiencia, operación y calidad el trabajo de los Institutos.

Luego de un análisis de los indicadores e instrumentos actuales, el Lic. Juan de Dios Castro Muñoz, observó que no había una evaluación del trabajo de las áreas que conforman el Instituto y Delegaciones; aunque reconoce que sí se venía realizando, no había una evaluación sistemática que diera cuenta del trabajo que desempeñan las diferentes áreas. A partir de este análisis y reflexión, solicitó a los titulares de las áreas de las Oficinas Centrales que realizaran un listado de las principales actividades que desarrollan e impactan en la operación de los servicios educativos.

De esta manera surgieron los indicadores, de medida porcentual, que a la postre dieron origen al Sistema de Indicadores de Funcionamiento Institucional (SIFI), al cual se le integraron actividades medibles de acuerdo a su realización.